Me llamo Julio Castillo Jr. y pertenezco a la lista de correo SIMUVUELO desde hace más de ocho meses, aunque llevo más de seis años volando con el simulador de vuelo Microsoft Flight Simulator. Vivo en Madrid y me apasiona todo lo relacionado con los aviones, por eso me decidí a apuntarme a SIMUVUELO'97. Sería la primera vez que iba a montar en una avioneta y hasta la pilotaría yo mismo...
Llegué al aeródromo de Robledillo acompañado por mis padres y mi abuela a eso de las nueve menos veinte, pero no había casi nadie. De pronto salen tres personas de lo que parecía una sala de espera, pregunto a uno de ellos dónde estaba Miguel Ros y... me tendió la mano. ¡Era él! Tras las presentaciones me di una vuelta por el parking para contemplar de cerca esos aparatos que veo pasar todos los días sobre mi casa para aterrizar en Cuatro Vientos. Reconocí al instante a las "Tomasas" y a la Cessna 152, pero las demás Piper me parecían iguales... excepto la EC-FEA, matrícula que había leído incontables veces en los mensajes de Luis Gil :-)
Aquí me tenéis, montado en la "Tomasa", intentando aclararme cómo se abrocha el cinturón ;-)
Al mediodía, después de haber visto ya muchos aviones despegar y aterrizar, la voz de Jesús Rodríguez me dice desde atrás: "Julio, ¿quieres volar ahora?"... ¡Y como para decir que no! Me quito la cámara de fotos y me dirijo hacia una Piper Tomahawk acompañado por Raúl, mi instructor. Lo primero que hacemos (bueno, hace :-) es abrir el capó del motor y comprobar el nivel de aceite. Después de dar una vuelta alrededor del avión, nos montamos en él y... ¡El panel de mandos es casi idéntico al que aparece en la pantalla de mi ordenador! Raúl me va explicando para qué sirve cada cosa, cierra las puertas, ceba el motor de combustible y arranco el motor girando la llave de los magnetos... ¡Impresionante! Bueno, al menos ya sé arrancar un avión ;-D
Tras las detalladas explicaciones de Raúl, mi instructor, rodamos hacia la pista para despegar.
Rodamos por el parking, con cuidado de no dar a ningún avión con las alas, hasta que llegamos al punto de espera. Con el freno de mano echado aceleramos el motor y verificamos los instrumentos. casi es imposible entenderse con el ruido del motor y la radio... Una vez que obtenemos permiso para despegar, nos colocamos en la cabecera de la pista 01 y meto gases a tope, intentando llevar el avión por el centro de la pista, pero en vez de eso voy haciendo eses por la pista... 55 nudos, un suavísimo tirón de los cuernos y ¡ya estamos volando! Parece increíble lo parecido que es al simulador, el variómetro indica que efectivamente estamos subiendo. Mi instructor me dice que haga un viraje de 90 grados a la izquierda, y yo obedezco... aunque inclinándome demasiado. Al siguiente ya lo hago mejor, y después estabilizo el avión, regulo el compensador y reduzco potencia para conseguir mantener 4.500 pies de altura. Todo muy parecido al simulador... bueno, todo menos los contínuos botecitos que da el avión según le vengan las corrientes de aire ;-)
Una vez se ha aterrizado, hay que dejar el avión bien aparcado, que las multas...
Después de innumerables virajes y maniobras Raúl me pregunta si sé dónde está la pista, pero le digo que estoy más despistado que un burro en una biblioteca... Parece mentira lo fácil que resulta desorientarse en el aire. Mi instructor me dice el rumbo que tengo que seguir, y en seguida veo los hangares y... ¡La pista es enana! Desde el aire parece un palillo, pero reduzco potencia e intento descender y alinearme con la pista. Una vez alineado, le paso el control a Raúl mientras yo sigo pasivamente sus movimientos. Cuando tenemos la pista a unos pocos metros, motor al ralentí, subimos el morro un poco y planeamos sobre la pista debido al viento de cola. No tomamos tierra hasta casi la mitad de la pista, por lo que hubo que frenar bastante. Nos echamos a un lado en la "paellera" y comunicamos a la torre los problemas con el viento, por lo que se cambia el sentido de la pista a 19. Tras verificar que no vienen aviones, rodamos por la pista hacia el parking.
Jesús Rodríguez y Óscar Santiago acudieron a recibirme tras mi primer vuelo.
Al llegar al parking tenemos que esperar un poco, porque hay cola y otros dos aviones están aparcando. Solventados los problemas de aparcamiento, nos colocamos junto a un hueco y giramos para dejarlo a nuestra cola, cortando el motor y dejando que el personal de tierra nos empuje hacia atrás. Abrimos las puertas y salimos del avión, al que se habían acercado Jesús Rodríguez (con su lista de participantes, cómo no ;-) y Óscar de Santiago, de Europlane, para ver qué tal me había ido. Me bajo del avión y me alejo de él, pero noto algo extraño... ¡Todavía tengo el sonido del motor dentro de mis oídos! Seguramente, será muy difícil que olvide este mi primer vuelo como comandante de un avión real...
Fede me hizo disfrutar de lo lindo con un fantástico vuelo en ultraligero, desde el que se ve todo "a vista de pájaro".
Después de comer, Jesús vuelve a acercarse hacia mí, pero esta vez no me pilla por sorpresa... Ahora me toca el vuelo en ultraligero con Fede, uno de los instructores de la Escuela de ULM de Robledillo. Le doy un poco de tiempo para que termine su cigarrillo (es que fue un día agotador para los instructores ;-) y montamos en aquel pequeño artilugio. Tras comprobar el nivel de combustible, Fede me comunica que no podré pilotar porque el intercomunicador se ha estropeado, arranca el motor y rodamos hacia la pista 19. Una corta carrera por la pista y nos elevamos rápidamente. Yo disfruto viendo el precioso paisaje que no había podido contemplar en la "Tomasa", porque estaba demasiado ocupado mirando los instrumentos... Desde el ultraligero se ve todo como si fueras un pájaro, y se notan muchísimo las corrientes de aire y las térmicas creadas por los campos sin sembrar. Después de hacer varios virajes, volvemos hacia la pista y aterrizamos suavemente sobre ella. Ya había concluído mi segundo vuelo...
La Piper Archer calienta motores en el punto de espera.
Sobre las seis de la tarde me toca volar en la Piper Archer, llevando como pasajeros a Pedro Albandea y a Julio Castillo (mi padre ;-) . Javier, el instructor de la Archer, nos acomoda en el avión y me "obliga" a traducirle la lista de comprobaciones previas al vuelo. Una vez terminada, arranco el motor y rodamos hacia la pista 19 con las puertas abiertas para no asarnos... Damos la vuelta en la "paellera", realizamos las últimas comprobaciones de motor y aceleramos a tope. al llegar a los 70 nudos, el avión empieza a pegar ligeros cabeceos y tiro un poco de los cuernos para ayudarle a despegar, empujándolos un poco una vez en el aire para ganar un poco de velocidad. Ya empiezo a notar diferencias con la "Tomasa": ahora apenas veo algo por encima del panel de mandos, y el vuelo es mucho más suave y estable. Después de hacer algunos virajes y "cogerle el aire" al avión, Javier toma los mandos y nos hace la "montaña rusa", una explicación muy gráfica de lo que son las G negativas y positivas y, en cualquier caso, toda una experiencia =8-O
A continuación tomo de nuevo los mandos del avión y nos dirigimos hacia el empalse de El Atazar. Al llegar al valle del río Henares la Archer pega algún pequeño bote, debido a las corrientes de aire que se forman en esa zona escarpada. Pasamos sobre un minúsculo pueblo en la orilla del embalse y Javier nos hace descender casi en picado para dar una pasada rasante sobre el agua... ¡Qué cara pusieron los de las barcas! Aunque algunos ni se fijaron en nosotros :-( . Ponemos rumbo hacia la presa, y justo al sobrevolarla cogemos un bache de impresión causado por la presa. El sol ya está muy bajo y es hora de regresar al aeródromo... Javier me pregunta el rumbo que debemos seguir para regresar, y me equivoco en sólo 20 grados... pero para ser la primera vez no está mal. Una vez ya distinguimos los hangares de Europlane, nos introducimos en el circuito y realizamos una baja aproximación sobre la pista, realizando después un zig-zag tirando de los cuernos para hacer rugir al motor. Damos la vuelta y Javier aterriza en la pista con total suavidad, dejándome a mí frenar el avión, tirando a la vez de los cuernos. Aparcamos en el punto de espera y nos bajamos de aquel fantástico avión que a partir de ahora forma parte de mis favoritos ;-)
Por supuesto, no podría faltar la prueba de simulación.
Después de experimentar lo que se siente en el vuelo real, llega el momento de probar el nuevo escenario de Robledillo que CASair nos había proporcionado en un diskette, junto a dos paneles para el FS5.1 y dos aviones Piper PA-28 para FSFS. Ya que estoy con nuevas sensaciones, decido escoger el ordenador que tiene cuernos, mando de gases y pedales. El vuelo virtual transcurre con normalidad, excepto por el momentáneo despiste mío por tener que buscar en el teclado las teclas para cambiar la frecuencia del NDB (ya podían haber puesto un ratón...). Pese a pasarme un poco en la altura, sobrevuelo el NDB y regreso al aeródromo, realizando la aproximación un poco desviado y casi aterrizando en el patatal junto a la pista, suerte que me doy cuenta antes de tomar tierra y rectifico con el timón de dirección, aterrizando sobre la pista y frenando casi en seco para no pasarme de la "paellera" :-)
Debido a motivos personales, no pudimos quedarnos el sábado por la tarde, aunque encontramos un hueco para volver a Robledillo a última hora de la mañana del domingo. Participamos en la comida de hermandad en la cantina de pilotos del aeródromo, y después nos desplazamos hasta el parking para realizar las fotos de familia. Nos colocamos junto a la Piper Arrow EC-FEA, y entre cachondeos y bromas logramos salir todos en las fotos. Después volvemos a la cantina para asistir al discurso de Miguel, megáfono en mano, y al reparto de premios (por cierto, me tocó un "tocho" de libro sobre el Flight Simulator, muy interesante y completo, eso sí :-) . A continuación nos despedimos todos y prometemos vernos en el próximo SIMUVUELO, pero yo me quedo un poco más por el parking de Robledillo para llevarme un último recuerdo de los aviones de Europlane... y otro carrete lleno de fotos ;-D
Crónica general de la reunión SIMUVUELO'97
Fotografías estáticas de los aviones de Robledillo
Otras fotografías tomadas durante SIMUVUELO'97
Julio Castillo Jr. 
jcastjr@telcom.es